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Por Ailynn Torres Santana
Muchas manzanas se están disputando en Cuba en las últimas semanas. Quince mil de ellas las compró un mismo bolsillo en el mercado habanero de La Puntilla. Un ciudadano convirtió el hecho en denuncia e intentó –con éxito– que lo sucedido fuera interpretado como arquetipo de corrupción, falta de civismo, antípoda de lo que Cuba es / dice ser / quiere ser.
Una semana después, la empresa CIMEX anunció que normaría la compra de cuarenta y ocho productos “de línea económica y primera necesidad” para evitar el acaparamiento. Es esperable que las manzanas no se clasifiquen como tal. Hasta el momento se desconoce la lista.
Mientras, los emprendimientos privados continúan sin mercados mayoristas. Y la cadena de tiendas Caribe vende –monopólicamente– sus productos con hasta un 200 por ciento por encima de su precio de costo. El esfuerzo redistributivo del Estado, que era la razón de tamaña recaudación, ha mermado considerablemente.
Se deben evitar todos los acaparamientos.
En el caso de marras, quienes permitieron la compra masiva de manzanas fueron sancionados. Terminó, al menos temporalmente, la discordia.
Las quince mil manzanas se disputaron al mismo tiempo que se discute el Proyecto de la Constitución Cubana. Seguir leyendo «La manzana de la discordia»
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