El Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de la Habana celebra por estos días su edición 35. El Festival rinde homenaje a su fundador, Alfredo Guevara, fallecido en abril del presente año. Hago lo mismo en este blog. Colocaré diversos materiales que aparecieron compilados en el último libro de Guevara: «Dialogar, dialogar (Escuchar, enseñar, afirmar, aprender». Ediciones Nuevo Cine Latinoamericano, 2012. Comienzo con el texto correspondiente a la conferencia que impartió Guevara con motivo del fin del programa lectivo de la Maestría sobre Estudios Cubanos, Instituto Superior de Arte (ISA), el 5 de febrero de 2010.
ver aquí la información de la edición 35 del Festival.
Encuentro de Alfredo Guevara con estudiantes y profesores del Instituto Superior de Arte
Doctor Rolando González Patricio, rector del Instituto Superior de Arte (ISA):
Buenos días. Dice Alfredo que mientras más baja la temperatura mejor. Parece que ya sintió la alegría convertida en calor humano en el Instituto Superior de Arte cuando recibimos a Alfredo Guevara, quien no necesita presentación acá. Doctor Honoris Causa de este Instituto, Premio Nacional de Cine, Orden José Martí es un intelectual que ha echado su suerte con las mejores causas del siglo xx y del xxi. Nos honra con su presencia y es un lujo para el ISA, para el Departamento de Estudios Cubanos, que el programa lectivo de nuestra maestría concluya con una intervención de Guevara. Por tanto, como lo que todos queremos es escucharlo a él, no voy a prolongar esta presentación y voy a adelantar las gracias y a pedirles un aplauso de bienvenida.
Alfredo Guevara:
Ya había dado los buenos días; ahora les digo: buenos días y gracias por la paciencia que tendrán de escucharme.
Me han hecho un pequeño resumen de cómo se ha ido produciendo este ciclo de encuentros. Yo no quiero llamarlos conferencias, porque –lo expliqué muy bien– me niego a dar conferencias, por respeto a las conferencias. Una conferencia se prepara con mucho cuidado, con mucho más que aquel con que se prepara una clase. He sido profesor de la universidad y las clases duraban dos horas, pero me llevaba una semana prepararlas, y una conferencia le lleva a uno meses. Por tanto, esto es una conversación que iniciaré yo, pero en la que me someto también al criterio de ustedes, si quieren contradecirme yo defenderé mi posición.
Me aterra pensar que me toca a mí estar aquí hoy, cuando compañeros en quienes tanto confío y a quienes tanto respeto me han precedido. Tal vez han agotado todos los temas, yo no sé muy bien cómo abordar mi ocasión, porque eso es lo que es: una ocasión. Entonces, me voy a entregar a mis obsesiones en este instante. Seguir leyendo «No podemos defender la diversidad y olvidarnos de que cada ser humano es diferente y tiene necesidades diferentes» →
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