Por Ellen Meiksins Wood · · · · ·
La reconocida filósofa marxista Ellen Meiksins Wood reseña el libro de Quentin Skinner sobre Hobbes (Hobbes and Republican Liberty, Cambridge, 245 pp)
Quentin Skinner se pregunta cómo es posible que una tradición completa de pensamiento político –incluida la concepción de libertad más influyente en la teoría política anglófona del último medio siglo— no haya sido capaz de captar la entera gama de condiciones capaces de limitar nuestra libertad de acción. Una pregunta razonable, podríamos pensar, válida no sólo para la influyente concepción de libertad «negativa» de Berlin, opuesta a la «positiva», sino también para la tradición liberal en su conjunto. Sin embargo, la propia concepción de libertad de Skinner no es inmune a este complejo interrogante.
La disputa entre republicanismo y liberalismo ha sido moneda corriente en la teoría política anglo-americana, y no hay quien haya contribuido más que Skinner –una figura hegemónica en el estudio del pensamiento político— a promover la tradición republicana. Skinner cuestionó la concepción negativa de libertad de Berlin sin llegar a sostener un concepto positivo, sino mediante la contraposición entre la versión liberal de libertad negativa y otra que él llama la idea «neo-romana». Hobbes siempre fue su principal villano. Para Skinner, Hobbes es el filósofo que reemplazó de manera sistemática la concepción «neo-romana» –o republicana— de ciudadanía libre por una noción restrictiva de libertad, que no es más que la ausencia de impedimentos externos a la acción. Esta transformación teórica fue deliberada y tuvo un designio polémico en un momento histórico particularmente turbulento.
En su reciente libro, Skinner analiza con escrupuloso detalle los sucesivos retoques y mejoras experimentados por las ideas hobbesianas sobre la libertad a medida que progresaba la Guerra Civil Inglesa. Su descripción de Hobbes es lúcida, elegante y –por decirlo en sus propios términos— persuasiva. Skinner busca realmente dar sentido a Hobbes –y a cualquier otro pensador político—, pero sin ubicarlo en los debates apremiantes de su época y lugar. A medida que avanza el argumento, sin embargo, las limitaciones de ese proceder van haciéndose evidentes. Frente al trasfondo de la narrativa histórica de Skinner, su asombro ante la insensibilidad de otros respecto de muchas de las condiciones que se atraviesan en el camino de la libertad resulta desconcertante. Cabría plantearle la misma objeción al propio Skinner, y no sólo porque su solución «republicana» es en sí misma igualmente restrictiva, sino, más en general, porque el mundo político y el espectro de los debates políticos en él registrados se nos presentan de manera estupefacientemente limitada. Seguir leyendo «Hobbes y el neorrepublicanismo académico de la escuela de Cambridge»
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