Por Loreto Raúl Ramos Cárdenas
“El Partido Independiente de Color, hoy prepotente desde Oriente a Occidente, llama a su seno a todos los hombres sin distinción de razas para terminar con la obra redentora del inmortal Martí: la República con todos y para el bien de todos. El PIC nace a la vida pública para hacer Patria, para que los derechos del ciudadano sean libres, para anular la dictadura gubernamental y para que todas las clases sociales tengan su legítima representación en el país”
Julián Valdés Sierra “La República y los cubanos de color”
Previsión, Septiembre 15 de 1908
El artículo que a continuación reproducimos se enmarca en el breve pero intenso período de tiempo en que quedó grabado para la historia de Cuba el proyecto político del Partido Independiente de Color (PIC).
Redactado en un lenguaje asequible y a la vez comprometedor, su autor, el Teniente Coronel del Ejército Libertador Julián Valdés Sierra[1] —combatiente de la tropa del Lugarteniente General Antonio Maceo y con posterioridad dirigente de los Independientes de color— asume desde la perspectiva de la ficción y la caricatura la defensa de los hombres de piel oscura, como se conoce, olvidados y sumidos en el anonimato tras el fin de una guerra que dejó como herencia una República distante a la del proyecto esbozado por el genio político de José Martí.
La propuesta de Valdés Sierra, titulada “Una presentación importante”, muestra por primera vez en el periódico Previsión[2] la caricatura del negro José Rosario, personaje ficticio creado por la redacción de este órgano con el propósito de “emparejar” la imagen del cubano, en comparación con la que mostraban otros medios como el Diario de la Marina, El Liberal o El Triunfo, pero en especial La Política Cómica.
Esta publicación semanal de carácter satírico, fundada en 1905, fue la que popularizó el personaje de Liborio como representación del cubano sencillo y pobre que reaccionaba con sarcasmo sui generis a la explotación y arbitrariedades de sus gobernantes.
Como podrá advertir el lector, el intercambio entre Liborio y José Rosario hace referencia entre otros asuntos, a la conspiración del negro liberto José Antonio Aponte[3] en el año 1812 y al proceso judicial conocido como “La Escalera” en el año 1844, eventos que dejaran una impresionante secuela de crímenes contra negros esclavos y libres en toda la isla. Los hechos quedarían grabados en la historia nacional como muestras del más bárbaro racismo que caracterizó el período colonial. Seguir leyendo «Nación e integración en los albores del siglo XX cubano: una mirada desde Previsión»
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