Adalberto Álvarez. In memoriam (1948-2021)

Por Julio César Guanche

Además de admirar su música, leí todas las entrevistas que encontré de Adalberto Álvarez.

Había en ellas cosas capaces, siempre, de sorprender, con una sabiduría muy asentada, criterios muy propios sobre muchas cosas y que me servían a su vez como metáforas para explicar otras situaciones.

Siempre repito dos cosas que leí en Adalberto sobre música, pero que para mí metaforizaban otras cuestiones:

1) Los muchachos que salen del ISA vienen con unos arreglos buenísimos, pero muy abigarrados. Yo les digo: de este arreglo salen cuatro canciones, y las cuatro muy buenas, decía Adalberto. Es un entendimiento para mi profundísimo sobre la complejidad de la música popular, de la cultura popular, que no crece por añadirle “complejidad” instrumental, sino por la calidad y la belleza de lo que sabe presentarse con “sencillez” por haber entendido antes, a fondo, la grandeza de su propia complejidad.

2) En todos mis conciertos yo miro todo el tiempo a los bailadores. Cuando veo que uno solo tiene dificultad para entender el ritmo de mi música, dirijo la orquesta según lo que voy viendo en ese bailador. Que consiga bailar, entendiendo lo que hago, es uno de mis objetivos. Esta música es para bailar. Y eso hay que entenderlo todo el tiempo, decía Adalberto, más o menos, con palabras que recuerdo ahora de memoria. Por mi parte, siempre tomé esas palabras como una metáfora más grande sobre la democracia: esta se hace para su bailador, que es el ciudadano. Si este no “entiende el ritmo”, el problema no es del ciudadano sino de la música (el discurso y la práctica) que le ponen. La política tiene que ser un ritmo para poder bailar, esto es, para poder vivir.

La patria, decía María Zambrano, es la lengua. Yo digo también que es la música de Adalberto.

Gracias por todo, caballero del son, contigo, la cuenta sí da. Sabemos que eres sonero, y que nunca vas a mentir sobre eso.

«Yo soy sonero y no lo niego. Le canto al trabajo y al amor. Le canto al trabajador, que hace posible mi canto».

Un comentario sobre “Adalberto Álvarez. In memoriam (1948-2021)

Deja un comentario